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El rendimiento académico de un estudiante no depende solamente de su buena preparación, de la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje o de la gestión del docente. Existen otros elementos relacionados con las actitudes y comportamientos del alumno, las cuales se manifiestan como hábitos, que influyen positiva o negativamente en el éxito estudiantil. En este artículo, proporcionamos ejemplos de hábitos de estudio que, combinados con aspectos físicos o emocionales, determinan el rendimiento académico del estudiante.
La comprensión de la información, es la base del proceso educativo y ésta depende de factores como: la buena nutrición y la salud física del estudiante, elementos fundamentales para el adecuado desarrollo del Sistema Nervioso Central. Un alumno mal alimentado o con deficiencias cognitivas no diagnosticadas, no puede lograr un buen rendimiento académico.
En la mayoría de los casos, los elementos que condicionan el rendimiento académico son las competencias relacionadas con hábitos de estudio. Estos, son los comportamientos buenos o malos que desarrolla el alumno con respecto al aprendizaje. Existen algunos ejemplos de hábitos de estudio que influyen positivamente en los resultados académicos.
Los buenos hábitos, aseguran al estudiante, obtener un rendimiento académico excelente. Sin embargo, estos deben fundamentarse en el autorreconocimiento de las fortalezas y capacidades por parte del alumno. Existen estudiantes, quienes aprenden mejor leyendo, realizando esquemas o preparado láminas de Power point y otros lo hacen verbalizando o conversando sobre el tema.
Entre los ejemplos de hábitos de estudio que influyen positivamente en el rendimiento académico, se citan los siguientes:
Otros ejemplos de hábitos de estudio que determinan resultados académicos exitosos, están relacionados con la aplicación del conocimiento en el estudio de problemas reales. También, realizar la lectura activa, estudiar un poco cada día y descansar bien antes del día del examen, son excelentes hábitos que favorecen la aprehensión de la información. El descanso de calidad, fomenta que el cerebro asimile la información que hemos aprendido y la reproduzca con mayor facilidad.
Al contrario, de los ejemplos citados anteriormente, los malos hábitos influyen negativamente en el rendimiento académico de los estudiantes. Tanto, los relacionados con la inadecuada alimentación y el mal uso del tiempo o la fatiga, como con la falta de un estudio de calidad. En este caso, también existen ejemplos de hábitos de estudio que perjudican el éxito en las actividades académicas.
Algunos ejemplos hábitos de estudio que perjudican el rendimiento académico son:
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