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Un contactor es la pieza clave del automatismo de la potencia en el motor eléctrico. Es un aparato electromecánico que se encarga de establecer o interrumpir la corriente eléctrica de una carga. Este sistema también puede ser usado a distancia a través de la utilización de comandos. Estos comandos están compuestos por un circuito bobina o electroimán dentro del cual circula una menor corriente que la de carga en sí.
Una de las características principales es la capacidad de maniobra en circuitos en los cuales existen corrientes fuertes, en el circuito de fuerza, pero con pequeñas corrientes en el circuito de mando, de manera que con una pequeña corriente se puede accionar una corriente con mucha potencia.
¿Para qué sirve un contactor?
La principal función de un contactor es la de efectuar maniobras de apertura o cierre de circuitos eléctricos, relacionados con instalaciones de motores. Esto se hace con la finalidad de protección, evitar que se pudiera producir algún efecto perjudicial en la salud del operador.
Los contactores se utilizan como interruptores electromagnéticos en la conexión y desconexión de circuitos de iluminación y fuerza motriz de elevada tensión y potencia.
El contactor está compuesto por una bobina y unos contactos, los cuales pueden estar abiertos o cerrados y que son los interruptores de apertura y cierre de la corriente en el circuito.
La bobina es un electroimán que acciona los contactos cuando le llega corriente, abre los contactos cerrados y cierra los contactos abiertos. De esta forma se dice que el contactor está accionado. Cuando le deja de llegar corriente a la bobina los contactos vuelven a su estado anterior de reposo y el contacto esta sin accionar.
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